Los Reyes están cerca y les encanta traer libros. Esos libros que quedan en la memoria y dejan recuerdos de familia, imágenes y sensaciones de infancia y de afectos.
En mi casa descargaban todos los años algún título de Tintín. Y con ese personaje y su perro fui descubriendo el mundo desde el sofá de mi casa. Me los leía y releía cientos de veces y no dejaba de sentir el mismo miedo, idéntica emoción, y igual diversión en cada escena. Qué magia y qué misterio tienen los libros que enganchan.
No era consciente entonces de la importancia de esas lecturas ni de cómo me iban conformando la mente. Los libros como un instrumento placentero, de disfrute, de información, de crecimiento personal. Los libros para desahogo, búsqueda, contraste. Los libros para comprender, indagar, reflexionar, cerciorarme.
La profesión me trajo algo más bello todavía, los libros para acercarme a los niños. Y es que no hay nada más bello que contagiarse de emoción cuando les lees una buena historia. Esas voces que acompañan tantos relatos van a ser la puerta grande de su amor futuro por los libros.
Papás y mamás, os sugiero que no dejéis de leerles, de contarles historias, de conversar con ellos sobre vuestra infancia, de llenarles los minutos de oralidad porque esas palabras, esas imágenes, esos cuentos de infancia no quedaran sin fruto.
Reyes Magos, leed bien las cartas de nuestros niños y depositad en sus zapatos los mágicos libros que les abrirán las alas.
Mercedes Sanz Rubio
Tutora de Primero de Primaria
Completamente de acuerdo!
ResponderEliminarmuchas gracias