Los niños deben desayunar abundante y variado todos los días. Los nutricionistas no paran de alertarnos sobre la mala costumbre de levantarse con la hora justa y no dedicar tiempo para realizar un desayuno completo. El esfuerzo físico e intelectual de los niños durante la mañana es intenso y requiere que el depósito esté al completo porque sino el testigo de falta de combustible se enciende, la mente de vuestros hijos se dispersa, su cuerpo se agota y estas señales corporales no les dejan centrarse en las actividades lúdicas y de aprendizaje.
La hora de recreo es apropiada para tomar un pequeño tentempié pero nunca puede sustituir al necesario desayuno de cuando nos levantamos.
Este artículo es extensible a niños y adultos y recomiendo su lectura.
Mercedes Sanz Rubio
Tutora Primero
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