Una buena comprensión lectora es fundamental para afrontar sin dificultades las diferentes áreas escolares. Una vez que los niños han aprendido a decodificar las letras es necesario que su lectura vaya ganando en velocidad, ritmo y entonación.
Los textos son el punto de partida para que los niños deseen descifrar ese puñado de letras. Con ellas leemos mensajes, nos adentramos en los cuentos, descubrimos enigmas y curiosidades del mundo, cantamos canciones, recitamos bellos poemas que nos emocionan... Con las letras escribimos sentimientos, felicitamos, tomamos notas...
La comunicación es lo que da sentido a la adquisición de la estrategia lectora y enseñarla separadamente es desaprovechar el motor de la motivación que rodea al alfabeto. La escuela y las familias deben aprovechar este momento para rodearles de libros, de textos, de mensajes, que ayuden a que ese pozo de deseo innato por comunicarse, por saber, no se deseque.
Una de las experiencias más gratificantes como maestro es estar presente a la hora de mostrarles las letras, de orientarles en su conocimiento. Poder participar en esa construcción personal muy ligada a la madurez, estar atentos de sus progresos lectores, sin empujar.
Y para las familias lo más gratificante es continuar leyéndoles y, en algún momento, descubrirles leyendo solitos.
Mercedes Sanz Rubio
Tutora de Primaria
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