SEGUNDA CARTA A LAS FAMILIAS

Estimadas familias:

Esperamos que se encuentren bien. Estos días de reclusión están siendo duros, pero más para aquellos que están solos, enfermos, para los que se “exponen” por cubrir servicios esenciales, los que sufren dolorosas pérdidas…

Tanto dolor nos sobrecoge pero también es necesario trascenderlo y saber mirar, en la intimidad de nuestros hogares, esas experiencias y esos comportamientos nobles, altruistas, desinteresados, fraternos, que se producen con cada gesto, palabra, juego, lectura, abrazo, con cada sopa humeante, baile, canción, vela, oración, wasap, con cada aplauso colectivo, lavado de manos, colada, con cada sonrisa, con cada lágrima contenida…

Esos pequeños gestos de puertas hacia dentro son los que miran sus hijos e hijas y los que les quedarán en su historial de desarrollo integral. ¡No piensen que no están aprendiendo! ¡Lo hacen en su reflejo!

Toda la historia de la humanidad es un aprendizaje colectivo, una superación de retos y dificultades. De dentro a afuera, de lo personal a lo social, de lo pequeño y más íntimo a lo colectivo.

Es momento de que cada uno sepa mirarse para aprender a mirar al otro.

Desde nuestras casas y con un sencillo y aburrido teclado en nuestras manos, les enviamos nuestro afecto y les pedimos que llegue a sus hijos e hijas en forma de un gran abrazo docente.

¡Seguimos trabajando por ellos y por ellas!

Mercedes Sanz Rubio